Luz eterna en mi alma
Sentimiento que tibia mi piel.
Los muchos caminos que toma mi corazón .
Todos terminan, en aquellos ojos,
que tranquilizan a este quién.
Que caen en el vacío,
de una casa sin ton ni son.
Melodías que suenan desafinadas,
en la incertidumbre de un torcido dibujo
del que solía ser yo.
Tus pasos que resuenan en mi loft,
producto de tu volátil naturaleza.
Y mientras susurras en el silencio
del lecho en el que sólo uno desea al otro
la noche se acerca,
Y sólo un nombre queda en el suspenso.
Las palabras vanas de un anuncio
en la espera de mi vuelo.
“Mantenga la cabeza en alto
pues ella piensa en un destello,
que se va con una brisa
y queda impreso en el recuerdo.”
La luz de neón que sigue brillando
en el frío de la cruda medianoche.
Él aún la sigue con los ojos.
Y ella que no sólo lo deja
con su esencia en la chaqueta,
sino que aún lo tiene grabado en la piel
en las marcas de las palabras
que sólo se dicen una vez.
en el tacto de su mano.
Como el inicio de una película
que sólo son fotogramas de un paisaje en movimiento.
El eterno resplandor de una mente sin recuerdos.
Allí dónde no nos conocíamos
pero siempre teníamos que encontrarnos.
Is it the hours that fly by while you're happy,
or the spaces where you've felt alone?
Maybe it's the way life is, unfair and kind.
To those who wait their turn for it to change,
or that look for the change themselves,
it's a sour mix of them both.
como jugabas con tu castaño cabello,
o dabas tus propios viajes mentales mirando la ventana.
Los años nos pasaron como un soplo,
y mirarte ya era una costumbre
aún cuando ya no te sentía en mí.
¿Te buscaba a ti
o a todas esas cosas que nunca tuve
pero que igual en el camino perdí?
y yo me desvanezco pensando,
en ayer, que deseaba estar donde estoy hoy.
Pero en parte me arrepiento,
porque en la arena se fueron todos ustedes
que sin saber que no los vería más
no tomé suficientes recuerdos.
existen más frecuencias
que guardan todas las posibilidades.
De antes y después, y de lo que pudimos ser.
Escapamos a la ilusión de esos otros
cuando no nos sentimos nosotros,
pero al mismo tiempo ellos piensan
en las infinitas estadísticas
que rigen todas nuestras vidas
y otras que nos quedan un poco más allá.
La estación de trenes vibra a lo lejos,
y el olor de sus pinturas inundan esta habitación.
Aún quiero escapar
y seguir andando hasta no poder.
Pero prefiero no existir aquí un momento
y hacer eterno lo fugaz.
